Presentación en Pamplona y Zaragoza del libro La tregua de ETA: mentiras, tópicos, esperanzas y propuestas.
Crónica de dos nuevas presentaciones del libro impulsado por Foro Arbil “La tregua de ETA: mentiras, tópicos, esperanzas y propuestas” en las ciudades de Pamplona y Zaragoza.
Pamplona
Un grupo de historiadores vinculados a los foros El Salvador y Arbil, han elaborado un texto en torno al alto el fuego de ETA anunciado el pasado mes de marzo de 2006.
El volumen, que se presentó el día 7 de junio de 2006 en el Nuevo Casino de Pamplona ante un público que abarrotó el local, en un acto público organizado por la Fundación Leyre, pretende «sacudir la pereza moral» de muchos ciudadanos ante la situación generada por el comunicado de la organización terrorista, según afirmó uno de los ponentes, en concreto D. Jaime Larrínaga, expárroco de Maruri.
Además del citado, participaron D. José Luis Orella, director del Departamento de Historia y Pensamiento de la Universidad San Pablo-CEU, y director del libro; y D. Salvador Ulayar, delegado en Navarra de la Asociación de Víctimas del Terrorismo; entidad a la que los autores han cedido sus derechos de autor.
En las 340 páginas del libro pueden encontrarse reflexiones de diverso calado y naturaleza sobre el contexto histórico del nacionalismo vasco, la naturaleza del terrorismo, las víctimas, la actuación de la Iglesia católica y de Foro El Salvador en particular o sobre el papel que pueda corresponder a Navarra en el futuro próximo. Todo ello, por otra parte, completado por un anexo muy amplio que recoge una bibliografía, directorio de webs relacionadas, diversos documentos eclesiales, y un numeroso grupo de declaraciones de periodistas y entidades sociales al respecto.
Fue José Luis Orella quien apeló a la historia de la Comunidad Foral de Navarra para reclamar una actuación decidida y valiente ante lo que pueda ocurrir. Y frente a quienes invocan los casos de Irlanda o Montenegro, él apeló al de Polonia, un país que se sacudió sucesivamente el totalitarismo de nazis y comunistas. Recordó que Lech Walesa era un simple electricista cuando empezó con la compañía de diez personas la aventura de Solidarnosc que condujo a la liberación del yugo soviético, y reclamó algo similar de los navarros actuales: “¿Por qué nosotros no vamos a ser capaces de derribar un totalitarismo de menor envergadura que aquél?”
Por su parte, D. Salvador Ulayar, delegado en Navarra de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, además de exponer su vivísima experiencia personal como víctima, aseguró que la suma de los estudios que incluye el libro es una herramienta para combatir “la desinformación y la indolencia de algunos ciudadanos”.
En el libro figuran las firmas de Rafael Ibáñez Hernández, Jesús Laínz, Fernando José Vaquero Oroquieta, José Basaburua, Manuel Morillo o José Ignacio Echaniz. El volumen, editado por Grafite Ediciones y que se ha puesto a la venta al precio de 23 euros, también pudo adquirirse, con una notable aceptación por parte de los asistentes.
El acto fue reseñado el día 8 de junio por “Diario de Navarra”, otros medios audiovisuales, siendo entrevistados por diversas emisoras algunos de los participantes.
Zaragoza
Días después, el 20 del mismo mes, correspondió a la ciudad de Zaragoza la acogida en una de sus tribunas más veteranas, Acción Social Católica, de una nueva presentación del libro.
De la mano de la Asociación Católica de Propagandistas, siendo D. Patricio Borobio (secretario del Centro de Zaragoza y Consejero Nacional de ACdP) quien introdujo el evento, y Foro Arbil, participaron en la mesa, de nuevo D. José Luis Orella Martínez y D. Jaime Larrínaga, quienes se manifestaron en términos análogos a los mencionados.
Por parte de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, correspondió a D. José Marco Jalle, su delegado en Aragón, la exposición de unas interesantes e impactantes reflexiones. Su testimonio fue impactante en su sencillez.
En 1987 viajaba por Zaragoza en un autobús objeto de un atentado con bomba perpetrado por ETA. Murieron el conductor y un militar. El propio José quedó herido, severamente, durante casi 300 días. Pero las secuelas morales y espirituales pueden ser las que más profundamente calen. Fue su caso. Así, durante años evitaba todo lo vasco: el territorio, sus carreteras, las noticias procedentes de allí, las personas; incluso a los compañeros militares de origen vasco.
Con los años se integró en la AVT y allí, en el trabajo asociativo cotidiano, conoció a otras víctimas del terrorismo: y muchas de ellas, vascas. Unas personas que habían perdido mucho más que él; que vivían en la clandestinidad, o que tenían que haberlo dejado todo camino del exilio… Aprendió a conocerlas, a valorarlas, a quererlas. Y con ellas redescubrió lo vasco más allá del nacionalismo que afirma representarlo de forma exclusiva y excluyente.
Un reencuentro, en definitiva, que le permitió redescubrir una realidad vasca que, realmente, desconocía. Ese reencuentro, sin duda, le ha enriquecido y humanizado; proporcionándole estímulos y fuerzas para luchar por esa causa justa.
Esta experiencia, comunicada sin análisis ideológicos ni juicios políticos algunos, caló profundamente entre los asistentes. No podía ser de otra manera. Y, nos preguntamos… esa capacidad de reencuentro con “el otro”, con “los otros”, en definitiva con uno mismo, ¿sigue siendo posible a nivel colectivo?
Durante siglos esa capacidad, transmitida en una tradición y vivencia comunes, se resumía en una palabra hoy denostada, desconocida y por descubrir: España.
Si los políticos no lo nos facilitan, o nos lo impiden intencionadamente desde sus ideologías reduccionistas o sus análisis en corto; tendremos que ser los ciudadanos, desde la sociedad civil, incluso desde esa “resistencia” a la que invoca Rosa Díez, quienes nos pongamos manos a la obra. Por nosotros mismos, por nuestros hermanos, por nuestros hijos.
Gracias José, Pepe para los amigos; por habernos demostrado que ello es posible todavía.
Revista digital Arbil, Nº 106, agosto de 2006
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